Trucos y consejos para ahorrar en tu casa

Ahora que ya tienes dónde vivir, es momento de saber que puedes hacer para ahorrar todo lo posible. Aquí te daremos algunos consejos para ahorrar agua, alimentación o energía. De esta forma no tendrás que preocuparte de nada.

Si ya vives por tu cuenta y quieres administrar correctamente la economía doméstica; o simplemente quieres llegar a fin de mes sin números rojos, aquí tienes varios consejos sencillos. Seguro que te ayudarán a organizar tu presupuesto.

Identifica los gastos fijos y los gastos variables que tienes cada mes y realiza un seguimiento durante un período determinado, para saber cuánto gastas en cada partida. Con los ingresos debes poder cubrir los gastos fijos y, según los fondos que te quede para los gastos variables, tendrás que apretar más “el cinturón” o no tanto.

Trata de tener un fondo reservado para imprevistos (gastos derivados de una enfermedad, una multa inesperada, obras de reforma, etc.).

Averigua si puedes destinar –y quieres– regular una parte grande o pequeña de los ingresos a ahorrar para gastos previstos o proyectos a medio o largo plazo (una matrícula en un curso de formación, un viaje, regalos de Navidad, una mudanza , etc.)

Procura no endeudarte. Aunque en algún momento te pueda convenir en adquirir un producto y pagarlo poco a poco, acumular cuotas y deudas (para pagar un electrodoméstico, un coche, un viaje…) puede llegar a ser insostenible.

Hay gastos fijos que nunca varían o muy raramente. También existen partidas fijas que causan gastos variables según las necesidades y los hábitos de consumo; partidas que varían según los deseos o necesidades, y gastos imprevistos. Aquí tienes una relación de las partidas que deberías tener en cuenta, en general, para prever y controlar los gastos domésticos.

Para una economía doméstica sostenible, es recomendable que los gastos de vivienda no equivalgan a más del 30% de los ingresos.

Podemos controlar estos gastos si hacemos un consumo moderado y racional. (gas, electricidad y agua)

El gasto alimentario mensual puede variar mucho según los hábitos de alimentación y consumo de productos frescos y preparados, por un lado; y si comes en casa o fuera.

Los gastos fijos de transporte cambian mucho según los trayectos que hagas habitualmente y según con qué medio: ir a pie o en bicicleta, en transportes públicos, en taxi o en coche propio. Tenlo en cuenta si tienes un presupuesto limitado.

Con las nuevas tecnologías -aunque debería ser todo lo contrario-, el coste doméstico de las comunicaciones se disparó. Conectarse a internet y llamar por teléfono puede tener un coste fijo al mes o variar mucho de un mes a otro, según el consumo y la modalidad de contrato.

Si estudias, debes prever en el presupuesto doméstico el importe de la matrícula y la forma de pago del curso: de repente, en cuotas semestrales, trimestrales o mensuales; además del coste de los materiales asociados al curso.

Es una de las partidas más fluctuantes. De vez en cuando es inevitable que renoves ropa y calzado. Quizás eres una persona austera en este ámbito: utilizas la ropa hasta que ya no puede estar más gastada; compras ropa y calzado de segunda mano y siempre de rebajas o en los mercados. En ese caso, vestirte no debería significar ningún susto para tu economía doméstica. Pero si te gusta vestirte con marcas conocidas, tener una gran variedad de ropa en el armario y renovarla a menudo para seguir las tendencias de la moda, ten cuidado: un pantalón o unos zapatos pueden desmontarte todo lo presupuesto mensual.

Ir de fiesta, al cine o al teatro, apuntarte a un cursillo o taller, comprar libros o música son gastos que, si no los controlas, te pueden reducir considerablemente la liquidez económica sin darte cuenta. Asegúrate de que el consumo en actividades o productos de ocio no te priva de pagar los gastos fijos e inevitables.

Hay tantos gastos posibles como opciones y necesidades de consumo y servicios: seguros, medicamentos, manutención de animales, peluquería, regalos para la gente que te rodea… Identifícales y administralos según tus posibilidades.

CONSEJOS PARA AHORRAR AGUA

1 Una ducha rápida consume 4 veces menos agua y energía que una bañera. Esto puede traducirse en un ahorro de más de 100 euros al año.

2 Existen cabezales de ducha que permiten reducir el caudal más del 50%. También puedes optar por un reductor de caudal que se ubica en la salida de la goma de la ducha.

3 Revisa que la cisterna del retrete no tenga fugas y repara los grifos que goteen. Ahorrarás entre 30 y 60 litros al día.

4 ¡Cuidado con los grifos! Si cierras el grifo cuando te lavas los dientes, te enjabonas las manos o te afeitas, estás ahorrando entre 20 y 75 litros de agua. Ahorrarás más de 30 euros al año.

5 Utiliza aireadores y reductores de caudal. Permiten ahorrar hasta el 70%. Puedes encontrarlos en cualquier ferretería.

6 Los grifos menos eficientes son los de doble mando. Sustitúyelas progresivamente por grifos monomando o por sistemas aún más eficientes como el termostático.

7 Cada vez que usas el wc puedes ahorrar. Si no dispones de cisterna de doble descarga, puedes poner una o dos botellas de plástico llenas de arena dentro del depósito. Ahorrarás 3 litros de agua en cada descarga.

8 El wc no es una papelera. En cada descarga gastamos entre 6 y 10 litros de agua.

9 La lavadora y el lavavajillas deben usarse siempre a carga completa. Si usas el programa adecuado en función del tipo de ropa y suciedad ahorrarás agua y energía. Cada vez que ponemos la lavadora gastamos entre 60 y 90 litros de agua.

10 Riega las plantas por la mañana bien pronto o al atardecer. Puedes aprovechar el agua de la ducha fría o templada o el agua de hervir verduras para regar las plantas.

MEDIDAS DE AHORRO EN ALIMENTACIÓN

Acciones que puedes llevar a cabo para comer mejor y ahorrar en la compra

La planificación es fundamental. Coge papel y boli y apunta cada semana todo lo que necesitas.

Debemos mirar qué tenemos en la despensa, frigorífico y congelador.

Después planificar los menús de la semana y apuntar los ingredientes que necesitaremos y no tenemos en casa. Es decir, planificar la compra.

Incluye en la lista los alimentos de temporada. Pasta, arroz, quinoa, verduras de temporada… todo tiene cabida para preparar una gran variedad de platos distintos para toda la semana. La legumbre es muy económica y nutritiva, no puede faltar en una lista de la compra saludable.

No salgas a comprar sin la lista de la compra actualizada para tener claro lo que necesitas.

Se debe prestar mucha atención a las ofertas (3×2, 2ª unidad, etc), buscar los productos rebajados por fecha de caducidad próxima, utilizar cupones de descuento.

No dejarse atraer por las “ofertas gancho” de productos que realmente no necesitas.

RECUERDA: planificar la compra es lo mejor que puedes hacer!!

Aquí trobaràs consells per millorar l’eficiència i la gestió energètica de la casa.

Guía para ahorrar energía en nuestra casa

Discriminación horaria de electricidad. Es una modalidad del contrato que se caracteriza por facturar la electricidad a dos precios distintos en función de la hora del día. La ventaja es que la energía a ciertas horas puede llegar a ser un 50% más barata.

Tienes que solicitarlo a la compañía de forma gratuita: todas las compañías lo ofrecen.

Comparar tarifas entre las distintas empresas comercializadoras. En España existen unas 100 comercializadoras de energía eléctrica, y unas 80 de gas, que ofrecen tarifas diversas que pueden adecuarse de forma distinta a cada caso concreto.

En la web de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia existe un comparador de tarifas de gas y de electricidad, donde se puede especificar la zona donde se encuentra la vivienda, el consumo aproximado, las características del contrato y si se tiene derecho al bono social o no (en electricidad), por lo que el buscador identifica las mejores tarifas para el perfil detallado.

Las organizaciones de consumidores también ofrecen comparadores, así como información y asesoramiento.

Info OCU

La información sobre la potencia que tienes contratada la encontrarás tanto en el contrato con la compañía suministradora como en cualquier factura de electricidad. Aparece la potencia que tenemos contratada en kW.

¿Cómo medir si la potencia contratada es la adecuada?

Variará en función de las circunstancias familiares/personales de cada uno, y los equipos eléctricos de que disponga la vivienda. Se puede obtener una aproximación de la siguiente forma:

1. Sumar la potencia (kW) de todos los electrodomésticos de mayor potencia que se utilicen habitualmente al mismo tiempo.

2. Añadir a la suma anterior un margen de 1 kW por iluminación y pequeños electrodomésticos.

3. Una vez realizada esta suma, elegir el escalón superior más cercano de las potencias normalizadas que se pueden contratar.

Así, una vivienda con suministro de gas por agua caliente y calefacción, y sin equipos de climatización eléctricos como aire acondicionado, tendría suficiente con una potencia contratada de 3,3 kW, o 4,4 kW si la cocina fuera de vitrocerámica. Por el contrario, una vivienda que tenga, por ejemplo, un termo eléctrico para el agua caliente o un equipo de aire acondicionado deberá contratar una potencia superior, unos 5,5 kW.

Bonus social para la electricidad: es la tarifa con descuento que pretende proteger a los consumidores en situación de vulnerabilidad (sólo pueden acogerse familias con todos los miembros en paro, mayores de 60 años con pensiones mínimas, familias con carnet de familia numerosa y viviendas con menos de 3 kw de potencia contratada.

Info Bonus Social