Toda la información sobre lo que necesitas para sentirte más saludable
Cada vez somos más conscientes de la necesidad de cuidar de nuestra alimentación para encontrarnos mejor con nosotros mismos y contar con una vida más saludable. Aquí encontrarás toda la información.
Una alimentación saludable es aquella en la que el menú semanal es equilibrado y presenta una variedad de alimentos saludables, con nutrientes. La mejor manera es combinar los alimentos de la forma que más te guste y hacer que los platos sean variados. Además, debemos apostar por los productos locales y de temporada, ya que son más frescos, mejores, favorecen la economía local y reducen el impacto ecológico del transporte.
La cantidad debe ser suficiente, no debemos pasar hambre pero tampoco comer hasta sentirnos desagradablemente llenos. Esto no quiere decir que todo el mundo tenga que comer la misma cantidad: dependerá de la edad, del cuerpo… pero es importante estar bien cuando acabamos de comer.
Hay que realizar todas las comidas, que son cinco y no tres. Saltarse no adelgaza, porque tienes más hambre y pierdes el control de las cantidades que comes. La merienda de la mañana, sobre todo, es muy importante para empezar el día con energía. A media mañana es bueno dar un mordisco, para no pasar muchas horas sin comer. La comida también es necesaria para completar la energía necesaria. Y después quedan la merienda de la tarde -de especial importancia si se hace ejercicio- y la cena, que es la que debe ser más ligera, ya que después vamos a dormir.
Comer, sin embargo, es mucho más que el momento de alimentarse. Es un momento para hablar y compartir, es más divertida comida acompañada que sola ante la televisión, porque no sabes ni que comes. Por eso, es interesante poder compartir la comida con alguien. Por ejemplo, merienda y almuerzo con amigos y amigas, y cenar con la familia. Además, cuando comemos es mejor hacerlo con calma. Las prisas pueden hacer que nos caiga mal.
La dieta vegetariana excluye, en mayor o menor grado, los alimentos de origen animal, y se basa en los de origen vegetal: cereales, verduras y hortalizas, frutas frescas y secas, legumbres, tubérculos, semillas y aceites y grasas vegetales. Nuestra dieta recomendada, la mediterránea, también se basa en un abundante y diverso consumo de productos vegetales y un consumo más ocasional de carnes.
Las razones principales por las que se opta por una dieta vegetariana son el respeto por el bienestar y la vida de los animales, la preocupación por el medio ambiente (por el impacto ambiental que supone la producción de carne), las cuestiones éticas, las prescripciones religiosas o las consideraciones sobre la salud.
La opción vegana prescinde de todos los productos de origen animal, de la carne, el pescado, el marisco, los huevos, los lácteos (incluso la leche) y la miel, mientras que la opción vegetariana incluye los huevos, la leche y los derivados lácteos y la miel.
Una alimentación vegetariana planificada de forma adecuada es saludable, nutricionalmente adecuada y puede proporcionar beneficios para la salud. Es apropiada a todas las etapas del ciclo vital, incluido el embarazo, la lactancia y los primeros años de vida, siempre que se aporten todos los nutrientes que el cuerpo necesita. En este sentido, las dietas vegetarianas estrictas requieren un consejo y un seguimiento cuidadoso y personalizado.
En la sociedad actual cada vez tenemos más recursos, pero comer sano parece que cada día se nos hace más difícil. Las prisas y la rutina a menudo nos hacen elegir la comida rápida o las comidas preparadas industrialmente. Zumos envasados, platos y salsas preparadas, refrescos con gas, bollería y panes industriales son habituales en la dieta de los más jóvenes. Preferimos estos productos a menudo menos saludables a la comida rápida tradicional, como los bocadillos o la fruta, meriendas de siempre, que han caído en desuso.
Si tienes que comer fuera, llevar la comida hecha de casa es una muy buena opción: permite ajustar la dieta a tus necesidades, es más económico y además permite ser más consciente de lo que comes. Se pueden hacer comidas de fiambrera rápidamente si previamente hemos hervido arroz o pasta, o con ensaladas. Las legumbres son también muy buena opción. Comida rápida y saludable es posible, pero debemos planificar bien qué haremos y cómo lo haremos.
Como consecuencia de la presión estética y del culto en el cuerpo, las dietas están muy presentes en nuestro día a día. Aparecen frecuentemente anunciadas en televisión y revistas, salen en las conversaciones y la gente habla. Muchas dietas se presentan como milagrosas, especialmente las destinadas a perder peso rápidamente y sin sufrimiento (lo que es imposible).
Hay opciones y formas saludables de hacer dieta. Por eso, antes de seguir o empezar una dieta debemos preguntarnos por qué la queremos. ¿Es porque no nos gustamos? ¿Nos da vergüenza exponer el cuerpo? ¿O es porque creemos que no gustamos a otras personas? Es importante que no nos comparemos con los cuerpos de otras personas, ya que cuando hacemos esto tenemos tendencia a fijarnos en los aspectos de nuestro cuerpo que no nos gustan.
Es muy importante sentirnos a gusto con nuestro cuerpo y recordar que nadie tiene derecho a hacernos sentir mal por cómo es nuestro aspecto físico. Si cuando estamos con amigos y amigas nos critican por nuestro cuerpo, quizás debamos pensar si realmente son verdaderas amistades. ¿De verdad queremos una amistad donde se nos valore por el cuerpo? Los amigos de verdad no te juzgan por cómo es tu cuerpo, ni te presionan para hacer dieta, ni te hacen sentir mal por cómo es tu cuerpo. Los amigos de verdad te aceptan tal y como eres y quieren que estés bien, feliz y saludable.
Si realmente queremos seguir una dieta, existen dos requisitos imprescindibles: poder comer de todo (ningún alimento está prohibido) y no pasar hambre. Cualquier dieta que no cumpla estas dos condiciones suele incumplirse y esto nos genera sentimientos de angustia y culpa. Es en este momento cuando pensamos que es nuestra culpa no tener un “cuerpo perfecto”. Debemos hacer un trabajo personal para no tener ese sentimiento de culpa. Cuando comemos de todo y no pasamos hambre, podemos controlar mejor las cantidades, y por tanto podemos seguir una dieta que nos permita conseguir mejor nuestros objetivos. Y esto nos hace sentir bien.
Los trastornos de la conducta alimentaria son alteraciones mentales que se caracterizan por modificaciones de los hábitos alimenticios (atracones, pérdida de control, restricciones y limitaciones de las comidas) y la obsesión por el control del peso. Las consecuencias de los TCA son negativas, tanto para la salud física como para la mental de la persona que padece el trastorno.
Sin embargo, hay que decir que a menudo la persona afectada por el trastorno no es capaz de identificar sus consecuencias, lo que complica que reconozca la enfermedad y que quiera tratarse. Debemos tener empatía con la persona, ya que nadie quiere seguir un tratamiento para resolver un problema que no cree tener. El apoyo emocional de las personas cercanas (familia, grupo de amigos, pareja) es muy importante para ayudar a la persona a sentirse acompañada y tomar conciencia de la necesidad de dejarse ayudar por un equipo de especialistas. Además, son tratamientos largos y complejos, por lo que debe ser muy constante y paciente.
Los TCA no tienen una única causa y nadie es culpable, así que nunca podemos decir a una persona que sufre un trastorno que es por culpa de alguien o de algún hecho en concreto. De hecho, son trastornos que tienen su origen biológico, psicológico, familiar y sociocultural. Los TCA son enfermedades graves pero pueden curarse si la persona hace tratamiento con un equipo de médicos y psicólogos especializados en TCA: las personas que siguen estos tratamientos pueden superar el trastorno y recuperar el control sobre su vida.
Los TCA más conocidos son la anorexia y la bulimia, pero existen otros.
Las personas que padecen anorexia sienten un miedo intenso a aumentar de peso oa engordar, y están excesivamente preocupadas por su silueta. Como consecuencia, la persona puede verse gorda o desproporcionada sin que así sea.
Las personas que padecen bulimia se caracterizan por los episodios de atracones. En estos momentos, comen una gran cantidad de alimento sin control y en poco tiempo (por ejemplo, una o dos horas) y generalmente en secreto. Las personas afectadas intentan compensar las ingestas excesivas con vómitos o actividad física.
La decoración corporal ha formado parte de las culturas y sociedades desde hace mucho tiempo. Los piercings y tatuajes pueden ser elementos simbólicos (por ejemplo, nos recuerdan algo) o pueden tener razón estética. En el mundo occidental, la decoración corporal es actualmente una moda muy extendida, mucha gente ha tomado la decisión de perforarse o tatuarse. La gran variedad de opciones que existen hace que todo el mundo pueda sentirse cómodo:
• El piercing consiste en colgar joyas y otros objetos mediante la perforación de la piel o cualquier otro tejido corporal.
• El tatuaje es un dibujo o señal de por vida, que se hace introduciendo pigmentos en la piel a base de pequeñas punciones.
• La micropigmentación utiliza la misma técnica con el fin de embellecer labios, cejas, ojos y areola mamaria o de disimular cicatrices y quemaduras.
Estos cambios estéticos no están libres de algunos riesgos. Por ejemplo, seguro que conoce a personas a las que se les ha infectado un piercing. De hecho, las infecciones son el riesgo más común y más importante que puede surgir en la decoración corporal. También pueden aparecer alergias por los materiales utilizados o problemas de cicatrización.
Por eso, antes de tomar la decisión debemos buscar un establecimiento autorizado, ya que garantiza que el material esté desinfectado, que las agujas y tintas sean desechables… y donde las personas que se dedican tengan la formación adecuado. Por ejemplo, la piel debe limpiarse y desinfectarse antes de perforarla, y la tatuadora debe lavarse bien las manos y ponerse guantes.